Los niños con este tipo de doble excepcionalidad, de acuerdo con la edición del DSM-5 (2014), presentan, además de las altas capacidades, un diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA), Asperger o Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado.
La combinación de altas capacidades intelectuales y autismo es una complicada intersección de talento y neurodiversidad que desaMa las percepciones convencionales sobre el espectro autista. A menudo, se asocia el autismo con dificultades en la comunicación, las interacciones sociales y la flexibilidad del pensamiento. Sin embargo, muchas personas dentro del espectro también exhiben habilidades cognitivas excepcionales en áreas como la memoria, el razonamiento lógico, el pensamiento analítico y la percepción detallada.
Las personas con autismo y altas capacidades, a veces denominadas «autistas superdotados» o «autistas de alto rendimiento», pueden poseer un conocimiento profundo en áreas específicas de interés, una habilidad para identificar patrones complejos y una capacidad para resolver problemas de manera creativa. Esta combinación única de talento y neurodiversidad puede resultar en un potencial extraordinario en campos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas, las artes y muchas otras áreas.
Sin embargo, la experiencia de las personas con autismo y altas capacidades también puede estar marcada por desaMos significativos. Las dificultades en la comunicación social y la sensibilidad sensorial pueden interferir con el desarrollo de relaciones interpersonales, el éxito académico y el bienestar emocional. Además, las expectativas sociales y las normas convencionales pueden resultar especialmente desafiantes para aquellos que ven el mundo de manera diferente debido a su neurodiversidad.