Las redes sociales se han convertido en protagonistas en nuestro día a día, lo tenemos tan interiorizado que a veces no notamos que las estamos usando. WhatsApp, Instagram, TikTok, Facebook… seguro que las conoces. Estas plataformas no solo nos mantienen informados/as y conectados/as, sino que también juegan un papel clave en nuestras relaciones sociales.
Se estima que cada día estamos expuestos a más de 300 notificaciones entre mensajes, correos electrónicos y alertas ‘push’ de nuestras aplicaciones. Este bombardeo constante nos obliga a estar atentos, leer, gestionar y responder, lo que nos lleva a un agotamiento conocido como saturación digital.
¿Cómo afecta esta saturación de las redes sociales a las Personas Altamente Sensibles?
Las Personas Altamente Sensibles (PAS), como ya hemos comentado en anteriores publicaciones, tienen un sistema nervioso que responde intensamente a los estímulos del entorno, incluyendo los digitales, es decir, tienen la capacidad (entre muchas otras) de recibir los estímulos externos de una forma más intensa.
Aunque las redes sociales pueden ser una herramienta enriquecedora para conectar, aprender e inspirarse, también representan un desafío, ya que como bien sabrás estás son una fuente de grandes cantidades de estímulos. La saturación sensorial y emocional provocada por las redes sociales es un riesgo real para las Personas Altamente Sensibles (PAS), lo que puede derivar en estrés, ansiedad y desconexión de sus propias necesidades.
Además, las Personas Altamente Sensibles (PAS) suelen encontrar en la soledad un espacio necesario para recargar energías y procesar sus emociones. Este tiempo a solas no significa aislamiento, sino una oportunidad para conectar consigo mismos/as, reflexionar y encontrar la calma. Sin embargo, las redes sociales pueden generar saturación. En su afán de estar conectados/as, es fácil que las Personas Altamente Sensibles sustituyan ese espacio esencial de autocuidado por el constante flujo de información digital que nos ofrecen las redes sociales. Sin darse cuenta, pueden perder la oportunidad de descansar mentalmente y terminar agotados/as por el ruido emocional de las redes sociales.
Por otro lado, las Personas Altamente Sensibles (PAS) suelen tener un sentido de la justicia profundamente arraigado. Su empatía y su capacidad para percibir las emociones de los demás las llevan a sentirse especialmente afectadas por las injusticias, tanto a nivel personal como social. Hay que tener en cuenta que en ocasiones no se puede controlar todo lo que se nos muestra a través de las redes sociales. Hay que tener en cuenta que puede quedar atrapado/a en la frustración al ver tantas injusticias en el mundo, pero debes recordar que no puedes cambiar todo. Focalizarse en acciones pequeñas, como participar en actividades de voluntariado o apoyar causas justas que te apasionen, puede proporcionarte una sensación de control y satisfacción.
¿Cómo puedo gestionar el uso de las redes sociales si soy una Persona Altamente Sensible (PAS)?
Como Persona Altamente Sensible (PAS), es crucial que aprendas a comprender tu sensibilidad digital. El manejo consciente de las redes sociales no es solo importante, es imprescindible. Con un sistema nervioso más receptivo, el bombardeo constante de información y estímulos puede generar fácilmente saturación emocional y estrés. Por ello, es importante identificar qué tipo de contenido o interacción en redes sociales te afecta más. ¿Te saturan los debates intensos? ¿Te abruman las noticias negativas o violentas? Te recomendamos que reflexiones y escribas aquellas situaciones que aumentan tu malestar, para si aumentar tu conciencia, y poder poner límites. Esto se traduce en realizar un uso consciente de las redes sociales. Algunas estrategias que pueden ser de utilidad son:
- Establecer límites de tiempo de uso de las redes sociales: Uno de los pasos más importantes para manejar la sobrecarga emocional y digital es aprender a poner límites. Si eres una Persona Altamente Sensible (PAS) debes ser consciente de cuándo una situación se está volviendo demasiado emocionalmente absorbente. Esto puede incluir desconectarse de discusiones o noticias que despierten sentimientos de injusticia y que no puedes manejar en ese momento. Establecer límites en las redes sociales, con amigos/as o en el trabajo puede ayudar a prevenir la saturación emocional.
- Programar descansos digitales: Dedicar momentos específicos del día para desconectarte por completo, por ejemplo, haciendo deporte, escuchado música, cocinando o haciendo cualquier otra actividad de tu interés, puede reducir la saturación.
- Seleccionar la información que consumes: Sigue cuentas que te aporten valor, inspiración o calma, y deja de seguir aquellas que te generen estrés o sobrecarga emocional.
- Buscar apoyo emocional: Hablar con otras personas de confianza sobre lo que has presenciado en redes sociales, o sobre lo que te ha hecho sobrecargarte puede ser una forma efectiva de procesar las emociones relacionadas con la injusticia. A veces, compartir lo que sientes puede ayudar a liberar la carga emocional y a encontrar apoyo, comprensión y perspectivas diferentes que les ayuden a poner las cosas en contexto.
- Otra estrategia que puede servirte para reducir la saturación digital es fomentar la autorregulación emocional, para ello es importante aprender a reconocer tus emociones, si algo que ves en redes te causa incomodidad, identifica el sentimiento y decide si necesitas tomar distancia.
A modo de resumen, las redes sociales, aunque ofrecen una plataforma para la conexión y el aprendizaje, pueden resultar abrumadoras para las Personas Altamente Sensibles (PAS). Su capacidad para captar emociones e información a un nivel profundo puede llevarlas a experimentar saturación emocional, ansiedad y estrés si no gestionan adecuadamente su exposición a estos entornos digitales.
Para evitar la sobrecarga, las Personas Altamente Sensibles (PAS) deben establecer límites claros, seleccionar conscientemente el contenido que consumen y, sobre todo, priorizar el autocuidado y la desconexión cuando sea necesario. Reconocer sus necesidades emocionales y respetar sus tiempos de descanso es fundamental para mantener el equilibrio entre la participación digital y el bienestar personal.
En última instancia, las Personas Altamente Sensibles (PAS) tienen la capacidad de disfrutar de las redes sociales de manera positiva y enriquecedora, siempre y cuando se tomen medidas para proteger su salud emocional y mental.