Los «niños de alta demanda» son aquellos/as pequeños/as que, debido a su temperamento y características emocionales, requieren un mayor nivel de atención, cuidado y apoyo en comparación con sus pares.
En ocasiones, los niños de alta demanda pueden presentar algunas condiciones comórbidas que pueden intensificar sus desafíos emocionales, sociales y conductuales. Entre las más comunes están:
- Altas Capacidades (AACC)
- Alta Sensibilidad o Desorden del Procesamiento Sensorial
- Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- Doble excepcionalidad.
En esta ocasión, vamos a hablar de los niños de alta demanda y altas capacidades. Los niños y niñas de alta demanda y altas capacidades son aquellos que combinan una alta sensibilidad emocional y una curiosidad intensa y un nivel de energía notable. Su rápido desarrollo cognitivo puede llevar a una mayor necesidad de estimulación y desafío intelectual, lo que puede manifestarse como una demanda constante de atención y actividades estimulantes.
La alta capacidad puede estar detrás de los comportamientos de alta demanda en algunos niños/as debido a la intensidad y particularidades que suelen caracterizar a ambos perfiles. No podemos olvidarnos de remarcar que la alta capacidad no hace referencia solo al rendimiento académico, sino que abarca una amplia gama de características como:
- Intensidad emocional: Los niños/as con altas capacidades suelen experimentar emociones de forma intensa, lo que se conoce como «sobreexcitabilidad emocional». Esto significa que pueden reaccionar de manera desproporcionada ante situaciones que otros/as niños/as podrían manejar con mayor calma, lo cual es un rasgo característico de los niños/as de alta demanda. La alta capacidad amplifica su sensibilidad, haciendo que se sientan y expresen sus emociones de manera más fuerte y prolongada.
- Alta sensibilidad y percepción: Muchos/as niños/as de alta capacidad tienen una sensibilidad exacerbada hacia su entorno. Notan detalles, cambios en el ambiente, tonos de voz o expresiones faciales que otros/as niños/as pueden no percibir. Esta hiperpercepción les genera más estímulos y, en consecuencia, más reacciones emocionales y demandas de atención, está característica es compartida con los niños/as de alta demanda.
- Frustración ante la incomprensión: Estos niños/as a menudo piensan y sienten de manera diferente a sus compañeros/as, y pueden ser incomprendidos/as tanto en casa como en la escuela. Al no sentirse comprendidos/as o valorados/as, pueden experimentar frustración, lo que se traduce en una mayor intensidad emocional y en la necesidad de buscar seguridad y apoyo en los adultos. Esto puede ser interpretado como una “demanda constante” de atención.
- Sensibilidad sensorial: Las altas capacidades también suelen ir acompañadas de una sensibilidad sensorial elevada, que puede hacer que los niños/as se sientan sobreestimulados o incómodos en ciertos entornos. Este tipo de reactividad sensorial es común en niños/as de alta demanda y puede llevarlos a buscar un ambiente seguro y la cercanía de un adulto que les proporcione seguridad.
La alta capacidad está, en muchos casos, detrás de las características de los niños/as de alta demanda debido a la combinación de sensibilidad, intensidad emocional, necesidad de estimulación intelectual y rápida percepción de su entorno. Comprender esta relación puede ayudar a los padres, madres y educadores/as a brindar un entorno más adecuado para estos niños/as, con apoyo tanto emocional como intelectual que satisfaga sus necesidades únicas y les permita desarrollarse de manera equilibrada y saludable.
Necesidades específicas de niños y niñas de alta demanda y altas capacidades.
- Necesidades emocionales
Estos niños/as suelen ser altamente sensibles, lo que significa que sienten y expresan emociones de manera intensa. Este nivel de sensibilidad puede hacer que experimenten frustración, ansiedad o tristeza más fácilmente, ya sea porque perciben y reaccionan ante situaciones que otros/as niños/as podrían no notar, o porque sus altas capacidades les permiten comprender aspectos complejos del mundo a una edad temprana, lo que les pueden generar inquietudes o miedos que otros/as niños/as de su edad no tienen. Además, su alto nivel de autocrítica y perfeccionismo puede hacer que se sientan presionados/as para alcanzar metas difíciles, generándoles un estrés adicional.
Para estos niños/as, el apoyo emocional es esencial. Necesitan adultos que los comprendan, que los escuchen sin juzgar y que validen sus emociones. Los padres, madres y educadores/as deben crear un entorno en el que se sientan seguros/as para expresar sus emociones, sabiendo que serán comprendidos/as y apoyados/as. La empatía y la paciencia en este contexto son fundamentales, ya que les ayudan a sentirse valorados y aprender a gestionar sus intensas emociones de forma saludable.
- Necesidades cognitivas
Los niños/as con altas capacidades suelen tener una curiosidad insaciable y un gran deseo de aprender. Es importante proporcionarles actividades y proyectos que les permitan explorar sus intereses y profundizar en temas complejos. Un ambiente de aprendizaje enriquecedor y adaptado a sus capacidades puede ayudarles a mantener su motivación y disfrutar del proceso de aprendizaje.
- Necesidades sociales
Debido a su intensidad emocional y su nivel avanzado de desarrollo cognitivo, estos niños/as pueden experimentar dificultades en la socialización con sus pares. A menudo, encuentran difícil relacionarse con otros/as niños/as de su edad, ya que pueden percibir que tienen intereses o preocupaciones diferentes, lo cual puede llevarlos a sentirse aislado/as o incomprendidos/as. Esta diferencia en intereses y en la forma de ver el mundo puede dificultar la creación de amistades cercanas y duraderas, ya veces pueden preferir la compañía de adultos o de niños/as mayores, con quienes pueden compartir sus inquietudes.
Para ayudarlos a desarrollar habilidades sociales, es esencial fomentar en ellos/ellas la empatía y la comprensión de que cada persona es diferente. También es útil ofrecerles espacios donde puedan conectarse con otros/as niños/as de intereses similares, ya sea en actividades académicas o artísticas, o en grupos de habilidades especiales donde puedan sentir que pertenecen. A través de estas experiencias, pueden aprender a gestionar las diferencias ya desarrollar relaciones sanas y significativas, comprendiendo y aceptando su propia singularidad y la de los demás.
En conclusión, los niños y niñas de alta demanda y altas capacidades presentan un perfil único que combina una sensibilidad emocional intensa con una notable curiosidad e inteligencia. Esto implica que requiere un apoyo especial en tres áreas clave: emocional, cognitiva y social. Su sensibilidad y percepción aguda del mundo pueden hacer que experimenten emociones con gran intensidad, mientras que su necesidad de estímulos intelectuales y de relaciones significativas puede llevarlos a enfrentarse a desafíos en el ámbito académico y social. Comprender y atender estas necesidades no solo les permite alcanzar su potencial, sino que también les ayuda a desarrollar una buena autoestima y relaciones positivas con los demás.